Esta partida del campeonato croata jugada ayer me ha gustado mucho por la constante fijación de una torre en ser sacrificada y al mismo tiempo como el rival decide no comerla, como si alguien hubiera dicho al principio: «Las torres no se comen».
Además la partida es bastante espectacular porque se juega con gran riesgo por ambas partes y probablemente el que mas arriesga es el ganador.
En la División de Honor Madrileña abultadas victorias de los dos primeros y derrota del tercero, así que Collado Villalba mantiene su victoria y media de ventaja a falta de cinco jornadas.
Escribiendo por no aburrirme