En el ajedrez los errores se pagan

Los errores son básicos para que las partidas acaben con un resultado definitorio, la octava partida del mundial que disputan en Nueva York, Carlsen y Karjakin, así lo ha demostrado.

Tras un enfrentamiento mucho más disputado de lo que agoreros e incluso el idolatrado Kasparov pronosticaban hemos asistido a la primera victoria de uno de los contendientes y sorprendentemente el que ha salido triunfante ha sido el aspirante ruso, Sergey Karjakin.

Es obvio que el estilo de juego con él que el ruso está disputando este match no es del gusto de las masas pero está claro que está demostrando que ha dado con la tecla para poner nervioso al genio noruego hasta el punto de hacerle cometer errores pocos habituales en su ajedrez cercano a las maquinas.

Tras dos primeras partidas con nulas oportunidades de victoria, llegaron otras tres en lo que lo raro fue que la partida acabara en tablas porque ambos jugadores omitieron jugadas que podían haber resultado decisivas, tal vez por ello la sexta y la séptima partida volvió a la senda marcada en las dos primeras y en la octava viendo más cerca el final del duelo, Carlsen en su condición de favorito se había auto-convencido de tensar el hilo en busca de forzar los errores de su rival pero cuando uno arriesga los errores tiende a castigar más a aquel que arriesga que al que no lo hace.

Veamos como ha transcurrido esta interesante y vibrante partida, de éste, para mi, interesantisimo match, al que solo siete tablas (bastante más luchadas de lo que parece) han hecho que algunos califiquen de aburrido pero que tras esta primera victoria se ha vuelto de pronto para todos apasionante, aunque realmente ya lo estaba siendo.

 

Ahora solo queda disfrutar con las cuatro partidas que faltan para comprobar si el noruego es digno de ser el mejor jugador de la historia o pierde ese aura ante el sólido juego del aspirante ruso acumulando los errores como en esta octava partida.