Hace unos días nos despertamos con la noticia de la muerte de Lincoln Maiztegui, muy conocido para los ajedrecistas que jugábamos en Madrid a finales de los 80 y principios de los 90.
Por aquellos años yo era uno de esos jóvenes que de vez en cuando sorprendía a algún maestro y Lincoln era de los jugadores más fuertes que jugaba por Madrid, tuve la suerte de coincidir con él en algunos torneos, incluso participó en algunos de los que celebrábamos en Villaverde.
Yo le recuerdo como alguien al que le gustaba mucho platicar, era habitual verle analizando las partidas de otros y poniendo problemas muy originales entre ronda y ronda de los torneos amenizando la espera de los emparejamientos, que en aquellos tiempos aun se hacían de forma manual. También recuerdo que pese a esa afabilidad tenia un fuerte temperamento cuando algo le incomodaba, tal vez influenciado por su corpulencia, sólo recuerdo haber jugado una vez con él aunque muy probablemente jugara más de una vez y aunque no recuerdo el resultado ni nada de la partida, sé que no perdí, precisamente por su enfado tras no ganar una partida ganada, fue en un torneo celebrado en la Casa de Vacas del Retiro y me sorprendió como tras unos segundos de enfado total recuperaba su amabilidad habitual.
Por aquel tiempo yo sólo conocía su faceta de ajedrecista y de periodista, pues era el director de la excepcional revista Jaque y el cronista habitual de los artículos diarios del periódico El Pais, curiosamente en ambos puestos le sucedió Leontxo Garcia. De un día para otro se marchó para su tierra en Uruguay, cosa que sorprendió teniendo en cuenta lo afincado que estaba en Madrid, pero supongo que pudo más las ganas de volver a un lugar que tuvo que dejar en contra de su voluntad. Su prosa en los articulos ajedrecisticos era realmente efectiva, recuerdo que en alguna ocasión tuve que buscar en la Enciclopedia alguna de las similitudes que hacia, realmente sorprendía que una simple jugada de ajedrez pudiera producir comentarios tan prosaicos.
Realmente el único recuerdo que tengo de él fuera del ajedrez fue su participación en el inolvidable concurso de TVE, «El tiempo es oro» del gran Constantino Romero en el que se presentó con el tema «La zarzuela» llevándose el millón que otorgaba el programa tras acertar infinidad de preguntas en las que mostró profundos conocimientos. Es una lástima que no he podido encontrar el vídeo de los programas, os animo a que lo encontréis vosotros.
Al buscar información para escribir este pequeño homenaje a la figura de Lincoln Maiztegui, he descubierto que realmente Lincoln era mucho más que ajedrez, aparte de gran musicólogo, por lo que era especialmente reconocido era por su faceta de historiador y escritor. Fue también profesor en la Universidad de Montevideo.
Lo último que nos llegó de Lincoln fue su participación a modo de homenaje en el reciente Open de Benasque, estaba invitado por la organización por ser el ganador del primer Benasque, imagino que aprovechó para visitar España por última vez.
El estilo de juego de Maiztegui era realmente agresivo, he recopilado algunas partidas suyas para apreciar su enorme talento y el riesgo con el que jugaba, realmente su juego era más típico del siglo XVIII que del XX, tal vez por ello y porque el ansia de conocimientos en otras facetas no sé lo permitieron no logró llegar a ser maestro, cosa que con seguridad hubiera logrado de dedicarse más específicamente al ajedrez.
Indudablemente Lincoln Maiztegui era un hombre culto que jugaba al ajedrez.
Escribiendo por no aburrirme