Si pensamos en el mejor jugador de ataque de la historia muy probablemente el primer nombre que saldrá por nuestra boca será Mijaíl Tal.
Tal nació tal día como hoy, el 9 de noviembre de 1936 en Riga (Letonia), fue el octavo campeón del mundo de ajedrez.
Pertenecía a una familia judía, ya desde muy joven sorprendió por su enorme capacidad táctica y su facilidad para crear increíbles combinaciones, le gustaba jugar con mucho riesgo algo que rompió por completo con lo usual de su época donde la mayoría de partidas acababan en tablas, la mayoría de grandes maestros tomaba muchas precauciones para no perder. Es conocido como “el Mago de Riga” o “el Brujo de Riga”, sin duda su forma de jugar le ha convertido en uno de los jugadores más legendarios de la historia del ajedrez.
Un dato curioso de Tal es que nació con dos dedos menos en la mano derecha, defecto que acostumbraba a disimular guardando su mano en el bolsillo, aunque no podía evitar mostrarla al encender alguno de sus usuales cigarrillos. A pesar de ello tocaba el piano excelentemente.
Tal aprendió viendo jugar a su padre en el salón de su casa, pero hasta los 17 años (1953) no se tienen registros de partidas con grandes maestros, no obstante muy pocos años después llegaría a la cúspide del ajedrez.
Un año después, ya obtuvo el segundo puesto en el campeonato letón de 1954, junto con el título de maestro de la URSS. También logró ganar la semifinal del campeonato de la URSS individual. En 1956, quedó a un punto de los vencedores del Campeonato de la URSS.
Pero entonces empezaron sus victorias que le llevaron a la cumbre; ganó el Campeonato Soviético en 1958, luego el Interzonal de Portoroz el mismo año y finalmente, venció en el Torneo de Candidatos FIDE disputado en Yugoslavia en 1959 (incluyendo 4 victorias sobre un jovencísimo Bobby Fischer), obtuvo el derecho a disputar el Campeonato del Mundo contra Mijaíl Botvínnik, quien poseía el título de campeón mundial desde 1948.
Antes de disputar el trono logró vencer el torneo de Zúrich de 1959 con 11½ de 15 por delante de Fischer, Gligoric y Keres, y alcanzó 13½ de 15 puntos posibles en la Olimpiada de Leipzig 1960.
En 1960, a la edad de 23 años, Tal con su estilo agresivo y espectacular consiguió derrotar al posicional y estratégico Botvínnik (+6 -2 =13), lo que le convirtió en el campeón del mundo más joven de todos los tiempos, hasta que Kaspárov ganó el título mundial a los 22 en 1985.
En 1961, en el obligado duelo de revancha, Botvínnik recuperó el título al imponerse (+10 -5 =6). Tal se vio muy mermado por problemas de salud. Meses más tarde, Tal ganó el torneo de Bled delante de Bobby Fischer, pero su salud le obligó a retirarse de varios torneos, como el de los candidatos de Curazao, su conocida abierta afición al tabaco y al alcohol estaba dañando su estado físico.
En 1969 los médicos optaron por extirparle el riñón enfermo, algo que Mijail debió hacer años atrás, aun así la mala salud ya no le abandonó en años posteriores y le ocasionaba tener resultados irregulares, pero a pesar de ello consiguió una racha de 93 partidas sin ser derrotado en 1973-1974 (ganó 5 torneos consecutivos en ese período, incluyendo un campeonato soviético) y el primer puesto compartido con Anatoly Kárpov en el «Torneo de las Estrellas» de Montreal en 1979.
La participación de Tal fue muy esperada en el Interzonal de Leningrado, pero se hundió con apenas 8½ puntos de 17, detrás de jugadores como Korchnói y Kárpov.
En 1978 gano su último Campeonato de la URSS y el «Tierra de los Hombres». Asimismo, se impuso en el Interzonal de 1979, pero perdió en cuartos de final del Candidatos, derrotado por Polugaievski por marcador de 3-0. En 1988, ganó el campeonato del mundo de ajedrez relámpago pese a su muy deteriorado estado de salud.
Consideraba al ajedrez más un arte que una ciencia, y toda su vida fue un apasionado de las combinaciones de ataque, en sus últimos años se permitió ganar en 1991 el Torneo Memorial Najdorf en Buenos Aires y al año siguiente venció a Gari Kaspárov en el torneo de ajedrez relámpago de Moscú, muriendo un mes después de dicho triunfo por una hemorragia en el esófago, en Moscú el 28 de junio de 1992 a los 55 años de edad. Fue enterrado en el cementerio judío de Riga.
Ciertamente Riga es una ciudad clave en la historia del ajedrez pues allí también nació el gran Aron Nimzowitsch.
De Tal también destacaba su cordialidad, siempre estaba de buen humor y era capaz de jugar partidas amistosas con jugadores de cualquier nivel con el más escrupuloso respeto, en general solía deleitar a sus desafiantes con excepcionales combinaciones que aquellos siempre recordarían con orgullo. Era querido por la mayoría de los ajedrecistas cosa que no es muy habitual entre los jugadores de super-élite.
Pero Tal no es recordado por sus buenos resultados, ni siquiera por ser campeón del mundo, es más recordado por sus espectaculares remates tácticos en sus partidas, desde Alekhine nadie había logrado crear tan espectaculares jugadas, incluso superó al ruso-francés, Tal era capaz de introducir sacrificios en posiciones aparentemente aburridas.
Tal también tenía su tradición particular: casi siempre perdía en la primera ronda de los torneos. Aunque era algo a lo que no daba demasiada importancia e incluso se tomaba con humor. Otro dato curioso es que jugaba peor por las mañanas que por las tardes, esto era debido a que le costaba un gran esfuerzo despertarse y su cerebro tardaba mucho en empezar a funcionar.
Incluso tuvo su propia bestia negra: el jugador soviético Rashid Nezmetdinov, que le derrotó en casi todos sus enfrentamientos. Nezhmetdinov era un gran jugador de ataque y tal vez por eso a Tal se le atragantó partida tras partida.
La aportación de Tal al mundo del ajedrez no se limitó a sus partidas: escribió varios libros: su autobiografía «Al ataque» y «Práctica de ajedrez magistral», en el que cuenta sus vivencias durante el match que le enfrentó a Botvinnik en 1960).
La genialidad de Tal también se reflejaba en algunas frases que nos dejó para la posteridad.
«Tuve suerte porque 1960 fue bisiesto y pude ser campeón un día más. Pero eso no me preocupa, porque el título de campeón es provisional, mientras que el de ex-campeón es eterno»
«El ajedrez ocupa en mi vida un ciento por cien, más diez»
«Si prohibiesen el ajedrez, probablemente me haría contrabandista»
«El hombre acepta sin problemas que una máquina corra más que él. Pero, difícilmente aceptará, que piense mejor que él»
«Hay dos clases de sacrificios: los correctos y los míos»
Tal odiaba estudiar aperturas pero solía decir:
«La apertura es un programa obligatorio que debo desarrollar a la fuerza».
Lo que sus rivales dijeron de él:
» Le señalaban con el dedo antes de que hubiera comenzado a caminar. Se volvían para mirarle cuando comenzó a caminar «. Viktor Vasiliev
» El mundo del ajedrez se postraba a sus pies «. Aleksandar Matanovic
» Si se programase adecuadamente, sería imposible jugar con él «. Mikhail Botvinnik
» Tiene una fuerza combinativa que quizá supere la de Alekhine «. Max Euwe
» ¿Quieres saber cómo juega Mijail Tal?. Sitúa todas sus piezas en el centro y después las sacrifica en cualquier parte «. David Bronstein
» Quizá sea el jugador de mayor fuerza atacante del ajedrez moderno «. Harry Golombek.
Sin duda Tal no deja indiferente a ningún ajedrecista y tirarse una tarde viendo sus partidas puede ser una de las maneras más divertidas de afrontar una jornada lluviosa sin salir de casa.
Escribiendo por no aburrirme