Emanuel Lasker

Emanuel Lasker fue el segundo campeón mundial oficial de ajedrez de 1894 a 1921, el campeón que más tiempo ha tenido el título en su poder.

Lasker

Nació en un día de Nochebuena, como hoy el 24 de diciembre de 1868 en Berlinchen, que pertenecía a Prusia en aquel momento, pero para la historia quedará con la nacionalidad alemana.

Aparte de ajedrecista fue matemático y filósofo. Perteneciente a una familia judía, su padre Adolf cantaba en una sinagoga local, a los doce años demostró un gran talento para las matemáticas y fue a estudiar a Berlín al cuidado de su hermano mayor Berthold quien le enseñó a jugar al ajedrez y le llevó a bares donde apostaba dinero a su favor en sus partidas.

Tras terminar la secundaria en 1888 ingresó en la Facultad de Matemáticas de la Universidad de Berlín, en esos años siguió perfeccionando su ajedrez ganando algunos torneos amateur. Su primer gran torneo Internacional lo disputó en Ámsterdam en 1899, donde acabo segundo por detrás de Amos Burn y superando a Isidor Gunsberg.

Tras este torneo derrotó en un match individual a Curt von Bardeleben (+2 -1 =1) y en otro a Jacques Mieses (+5 =3). En 1890 viajó a Londres donde venció a Henry Bird. Lasker acabó instalándose en la ciudad londinense por las oportunidades de jugar al ajedrez que le ofrecía.

En 1892 volvió a derrotar a Bird al que aplastó (+5 =0), como también lo hizo con el gran Joseph Blackburne (+6 =4).

Reto a Siegbert Tarrasch como paso previo a desafiar al campeón Steinitz, pero Tarrasch declinó alegando que Lasker no había vencido en ningún gran torneo y disputo un match con Chigorin que acabó en empate.

Lasker decidió viajar a Estados Unidos donde por aquel entonces vivía el campeón Wilhelm Steinitz. Disputó duelos con varios maestros, entre ellos contra Jackson Showalter (+6 -2 =2), además de ganar el gran torneo de Nueva York (1893) con 13 puntos de 13 posibles por delante de Albin, Showalter y un joven Harry Nelson Pillsbury. Finalmente en agosto de 1893 desafió a Steinitz y el campeón aceptó el reto.

El match se celebró entre el 15 de marzo y el 26 de mayo de 1894 entre Nueva York, Filadelfia y Montreal y, aunque discurrió igualado en sus inicios, la victoria de Lasker en una complicadísima séptima partida pareció quebrar la resistencia de Steinitz, que tenía algunos problemas de salud. El resultado final fue un claro triunfo de Lasker (+10 -5 =4).

Lasker obtuvo de esta manera el título a los 25 años tras derrotar a Wilhelm Steinitz y retuvo el título 27 años consecutivos, hasta que en 1921 perdió el match de La Habana frente al gran maestro cubano José Raúl Capablanca. Fue pionero entre sus contemporáneos en la explotación de los aspectos psicológicos del juego, sacando partido con enorme habilidad de las deficiencias particulares de cada uno de sus oponentes.

Emanuel Lasker

Al año siguiente se jugó en Hastings el considerado torneo más fuerte del siglo XIX. Estaban presentes los cuatro principales aspirantes al título: Lasker, Steinitz, Tarrasch y Chigorín, pero la victoria le correspondió a la nueva estrella, el norteamericano Pillsbury. Aunque Lasker lo derrotó en su encuentro particular, solo pudo terminar tercero por detrás de Chigorín y a un punto de Pillsbury.

La revancha con Pillsbury llegaría poco después en San Petersburgo (1895/96). Lasker ganó el torneo y Pillsbury, solo pudo ser tercero. Después Lasker también se impuso en el Supertorneo de Núremberg (1896) por delante de Maróczy, Pillsbury y Tarrasch.

Poco después disputó en Moscú (1896/97) el match de revancha con Steinitz que con sesenta años no era un rival muy temible, retuvo el título (+10 -2 =5).

Entonces Lasker dejó de jugar un tiempo para estudiar Filosofía regresando en 1899 venciendo en el torneo de Londres (con 23,5 de 27, por delante de Maróczy, Pillsbury y Janowski) y París (14,5 de 16, por delante de Pillsbury, Maróczy y Marshall).

En 1899, Janowski fue el primero en proponer a Lasker un desafío por el título de campeón, pero el alemán no aceptó. En aquel entonces no había una reglamentación establecida. Lasker pasó unos años más centrado en sus estudios que el ajedrez, sólo disputó un torneo en Cambridge Springs en 1904, donde quedo segundo tras Marshall, finalmente decidió poner el juego en 1907 contra este jugador norteamericano, fue una decisión extraña pues aunque Marshall había derrotado en un match Janowski había sido humillado por Tarrasch (+8 -1 =8), como era previsible Lasker gano sin problemas (+8 -0 =7).

En 1908 regresó a Alemania y aceptó el desafío con el rival a priori más peligroso, Tarrasch, el titulo se disputó en Düsseldorf y Munich, Lasker se impuso (+8 =5 -3) con un Tarrasch que ya no era tan fuerte como unos años atrás.

Al año siguiente compartió el primer puesto en San Petersburgo con Akiba Rubinstein, lo que le situaba como el lógico aspirante al título, pero Rubinstein no logró financiación y Lasker puso el título en juego frente a Janowski (+7 -1 =2). En 1910, en Viena y Berlín, disputó un nuevo match por el campeonato con el jugador austriaco Carl Schlechter (+1 -1 =8). El austriaco se puso por delante en el marcador al ganar la quinta partida, el campeón solo pudo igualar el match en la última partida, reteniendo el título porque el empate se consideraba victoria del campeón.

A finales de ese año 1910 retuvo el título con mucha más facilidad en Berlín ante Janowski (+8 -0 =3).

En 1911, Capablanca aparece en escena en San Sebastian y todo el mundo apuesta por la disputa del título frente a Lasker, pero Lasker deja de jugar torneos y no se llega a un acuerdo, Lasker vuelve a jugar en San Petersburgo en 1914, se había acordado que si alguien que no fuera Lasker ganaba el torneo seria el desafiante al título pero Lasker quedo primero con medio punto más que Capablanca tras remontar una desventaja inicial de punto y medio con el cubano. Estalló la Primera Guerra Mundial y con ello las negociaciones para dicho match se vieron de nuevo paradas.

Finalizada la guerra, Lasker estaba prácticamente arruinado y en 1920 reanudó las negociaciones con Capablanca para la organización del mundial. Se reunieron en La Haya donde Lasker, que prefería jugar en Holanda o Estados Unidos, debió aceptar que el match se disputara el año siguiente en La Habana ya que los seguidores cubanos de Capablanca habían reunido un fondo nada despreciable de 20 000 dólares. Por primera vez se jugó al mejor de 24 partidas. De hecho Lasker anunció que el campeón era Capablanca antes del duelo, tal vez en un juego psicológico, pese a esa renuncia se le considera oficialmente campeón hasta el duelo de La Habana, Capablanca venció por retirada del alemán por problemas de salud cuando el marcado era (+4 -0 =10)

capablanca lasker

Después de perder el título, Lasker siguió jugando a un gran nivel, ganó el torneo internacional de Mährisch-Ostrau (1923) por delante de Richard Réti y Ernst Grünfeld.

Venció  en el torneo de Nueva York (1924), superando por punto y medio a Capablanca y por cuatro a Alekhine. Meses después terminó segundo tras Bogoljubov en el primer torneo internacional de Moscú (1925) aventajando en medio punto a Capablanca.

Después de Moscú, Lasker abandonó el ajedrez y dedicó esos años a sus actividades académicas, Sin embargo, la llegada de Hitler al poder hizo que tuviera que abandonar Alemania y perdiera sus propiedades, lo que le dejó en una muy difícil situación económica.

Reapareció en 1934 para tomar parte en el torneo de Zúrich donde solo pudo clasificarse quinto. Los Lasker se habían mudado a Inglaterra durante unos meses, pero recibieron la invitación de trasladarse a la Unión Soviética, en plena era estalinista. Allí consiguió el último éxito de su larga carrera al conseguir el tercer puesto, invicto y precediendo a Capablanca, en el segundo torneo internacional de Moscú (1935), cuyos ganadores fueron Mijaíl Botvínnik y Salo Flohr.

En 1936 también participó en Moscú, aunque con menos éxito, clasificándose sexto. Su último gran torneo fue el de Nottingham (1936) donde hizo tablas con Botvinnik y Capablanca y derrotó al vigente campeón, Max Euwe.

En 1937 los Lasker abandonaron la URSS y se marcharon a los Estados Unidos. Emanuel Lasker murió a los 72 años, el 11 de enero 1941 en Nueva York.

Lasker no aportó mucho en el terreno de las aperturas, dio nombre a varios sistemas:

  • La defensa Lasker del gambito de dama.

 1 d4 d5 2 c4 e6 3 Cc3 Cf6 4 Ag5 Ae7 5 e3 0-0 6 Cf3 h6 7 Ah4 Ce4

  • Un plan contra el gambito Evans que provocó que se dejara de jugar a nivel magistral

 1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Ac4 Ac5 4.b4 Axb4 5.c3 Aa5 6.0-0 d6

 ó 1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Ac4 Ac5 4.b4 Axb4 5.c3 Aa5 6.d4 d6

  • Un esquema contra la apertura Reti que todavía sigue en vigor.
       1. Cf3 d5 2.c4 c6 3.b3 Af5

  • Apertura Bird. Variante Lasker

 1. f4 Nf6 2. Nf3 c5 3. Nc3 d5 4. e3 g6 5. Bb5+ Bd7 6. Bxd7+ Nbxd7 7. O-O Bg7 8. d3

Lasker era un gran finalista, autor de un estudio en un final de torre y peón contra torre y peón, que aparece en la mayoría de los manuales debido a que la maniobra es de considerable valor práctico.

Según suele decirse, en sus partidas, muchas veces optaba por jugadas que no eran necesariamente las mejores sino las que más complicaban la partida al adversario con el que se enfrentaba, como si buscara en cada encuentro la manera de imponerse utilizando los puntos débiles de cada uno de sus rivales. Pero lo cierto es que Lasker contaba con una impresionante fuerza combinativa y una brillante técnica en los finales, armas suficientes para derrotar a la mayoría de sus coetáneos.

Algunas frases que dieron de el:

 

Lo esencial, lo nuevo, que Lasker ha llevado al juego del ajedrez, no es todo técnica pura, es el juego psicológico

    Richard Réti.

 

Emanuel Lasker es sin duda una de las personas más interesantes que he conocido en los últimos años… Llegué a conocerlo bien gracias a muchos paseos donde intercambiábamos opiniones sobre los temas más variados, un intercambio bastante unilateral en el que recibí más de lo que di.

     Albert Einstein.

 

Frases célebres que se le atribuyen:

 

Cuando hago jaque al rey no me da miedo ningún jugador.

 

La cosa más difícil en ajedrez es ganar una partida ganada.

 

El buen observador lo puede resistir casi todo. La mejor manera de jugar bien en los finales es fijarse.

 

Cuando el rey de sus rivales no se encontraba en peligro, Alekhine jugaba sin entusiasmo. Su fantasía se encendía cuando peligraba el rey.

 

No estoy jugando con peones blancos o negros, sin vida. Juego con seres humanos de carne y sangre.

 

Cuando un fuerte maestro piensa hora y media una jugada, creo que no me conviene hacer lo que él desea.

 

El Ajedrez es lucha.

 

Reti ocupa una posición de la máxima categoría entre los autores de estudios y pertenece al rango de los pocos compositores geniales del milenio que conoce el ajedrez europeo.

 

Si quieres divertirte en una partida haz un apertura abierta, pero si quieres ganar hazla cerrada.

 

La diferencia entre un maestro y un buen aficionado no radica precisamente en lo más fundamental. El buen aficionado tiene a menudo un gran concepto del ajedrez, posee el sentido cabal de la estrategia y en líneas generales ve igual que un maestro. Sabe dónde está un punto débil y cómo debe planearse la maniobra ganadora. Pero se equivoca en la concatenación de las jugadas. Las traspone y malogra oportunidades valiosisimas».

 

Carece de la pasión que hacer hervir la sangre. (Refiriéndose a Tarrasch).

 

Por supuesto que Anderssen prefirió 19.Tac1 a 19.Ae4; aquélla es la jugada de un artista, y ésta, la de un carnicero». (Se refería a la partida Anderssen-Dufresne: La Siempreviva).

 

Se espera tal vez demasiado de él y es sencillo vencerle. (Se refería a Capablanca).

 

Alekhine puede obtener un buen resultado contra Capablanca si el encuentro no se celebra en La Habana».

 

Su libro más famoso es: “Emanuel Lasker,  A Manual of Chess” (1932).

 

Lasker ha pasado a la historia como el campeón mundial más longevo y sin duda merece aparecer en nuestra sección de Leyendas del Tablero.