Vera Menchik

Vera Menchik fue la primera ajedrecista capaz de pelear con la élite del ajedrez.

Vera fue una jugadora británica de origen ruso que nació en Moscú el 16 de febrero de 1906, su padre era checo y su madre inglesa.

En 1921 se fue a vivir a Hastings(Inglaterra) en compañía de su madre y su hermana, se convierte en discípula del gran jugador Géza Maróczy, que la infiere unos altos conceptos técnicos del juego. Por ello Menchik no tenía un juego espectacular, era capaz de explotar posiciones hasta lograr ventaja por sus grandes conceptos estratégicos.

En 1927 se convierte en campeona del mundo al vencer un torneo de 12 jugadoras en Londres con 10,5 puntos de 11 posibles sacando punto y medio de ventaja a la segunda, la sueca Katarina Beskow. Revalidó su título en Hamburgo en 1930 en un torneo con cinco jugadoras a doble vuelta en la que sacó un punto de ventaja a la austriaca Paula Wolf-Kalmar.

En 1931, revalida de nuevo su corona al vencer en Praga en un cerrado a doble vuelta con cinco jugadoras, logró el pleno de puntos aventajando de nuevo a la austriaca que fue segunda, esta vez por cuatro puntos.

Folkestone en 1933 sirvió para que volviera a retener el título, en esta ocasión fue un torneo a doble vuelta con ocho jugadoras, Vera volvió a lograr el pleno de puntos y aventajó en cinco puntos a la segunda la también británica Edith Charlotte Price.

Varsovia 1935 volvió a ver de nuevo un nuevo pleno de puntos de Vera Menchik, esta vez en un torneo a una vuelta entre diez jugadoras, saco dos puntos y medio de ventaja a la segunda, la alemana Regina Gerlecka.

En 1937 en Estocolmo volvió a refrendar su título, de nuevo con pleno de puntos, esta vez en un suizo a 14 rondas con 26 jugadoras, sacando 4 puntos a la italiana Clarice Benini que fue segunda.

En 1939 en Buenos Aires volvió a vencer, esta vez en un cerrado de 20 jugadoras donde acabó con 18 de 19 aventajando a la alemana Sonja Graf por dos puntos.

La llegada de la Segunda Guerra Mundial paró la celebración de estos campeonatos dejando un impresionante bagaje de 87 victorias, 11 tablas y 4 derrotas.

Como vemos su dominio en el ajedrez femenino era absoluto, pero Vera no se limitó a jugar torneos femeninos participó en torneos con los mejores ajedrecistas de la época derrotando a grandes ajedrecistas quedando en el podio en alguno de ellos. De hecho, Menchik decidió no jugar torneos femeninos a excepción de los Campeonatos Mundiales.

Su primer torneo con grandes maestros fue Scarborough en 1928, donde acabó con 4,5 de 9, en séptima posición tras vencer a Yates, Michell, Schubert y Wenman. En Schev 1929 disputó un suizo a siete rondas donde quedo segunda a medio punto de Capablanca y empatada con Nimzowitch.

En 1929, Vera Menchik participó en el fuerte torneo Karlsbad. Algunos de los asistentes se mostraron molestos con la dirección del torneo por la participación de una mujer y uno de sus participantes, Albert Becker tuvo la ocurrencia de crear un club deshonroso con todos aquellos hombres que perdiesen ante ella. Ironías del destino, el propio Becker perdió siendo el primer miembro del mismo (realmente ya eran varios los maestros que habían caído con ella en sus torneos previos), Friedrich Sämisch fue el otro damnificado, aunque Vera acabó última con 3 puntos de 21 partidas en un torneo ganado por Aron Nimzowitsch secundado por José Raúl Capablanca.

Poco después, también en 1929, hizo 7 puntos de 14 en Barcelona en un torneo ganado por Capablanca, en Hastings quedo penúltima con 3,5 de 9 en un torneo de nuevo ganado por Capablanca.

Fueron muchos los torneos que Vera Menchik jugó en la década de los 30 con las primeras figuras del ajedrez. A lo largo de la carrera ajedrecística de Vera Menchik, el club albergó a 41 hombres, entre ellos, Max Euwe, Samuel Reshevsky y  Jacques Mieses.

Hasta la llegada de Judith Polgar fue la única mujer capaz de codearse con los grandes maestros de élite y todo un referente para el fomento del ajedrez femenino. A pesar de sus méritos no ha dado su nombre, que yo sepa a ninguna variante de apertura.

Durante la II Guerra Mundial no participó en ningún torneo. Al residir en Londres tuvo que sufrir el rigor de la guerra, aunque en 1942 jugó un match con el legendario Jacques Mieses al que derrotó por 6’5-3’5 (+4 =5 -1).

En 1937 se casa con Rufus Henry Stevenson, y empezó a llamarse Vera Menchik-Stevenson, o incluso Vera Stevenson a secas. Quedó viuda en 1943. Un año después, el 27 de junio de 1944, en un bombardeo de la V2 alemana murió junto a su madre y su hermana al ser alcanzada su casa en Londres.

Capablanca le dedico estas palabras:

¡Vera es la única MUJER que juega como los hombres!

 

Un bonito vídeo homenaje a su vida:

 

 

Sin duda como pionera es toda una leyenda del tablero y su vida sería merecedora de una película que bien podía ser llamada “El Club Menchik”. Quedará la duda de hasta dónde podía haber llegado caso de sobrevivir a la guerra.